Duvet de lana de camello
El secreto del desierto para un descanso perfecto
Dormir bien no debería ser un lujo… pero a veces lo es.
Y este duvet lo demuestra desde el primer contacto.
Termorregulación natural: cálido en invierno, fresco en verano
A diferencia de los duvets sintéticos o de plumas tradicionales, la lana de camello tiene una estructura única: fibras huecas capaces de retener el calor sin hacerlo pesado, y al mismo tiempo dejar circular el aire para que no sudes ni te acalores.
Es como tener un microclima perfecto, ajustado a tu propio cuerpo, noche tras noche.
Ultraligero pero sorprendentemente cálido
Este duvet no pesa. No aplasta. No estorba.
La lana de camello es famosa por su relación peso-calor, lo que significa que obtienes abrigo profundo sin sentirte envuelto en capas pesadas. Es ideal para quienes aman la sensación de suavidad ligera, pero sin sacrificar confort.
Un descanso más limpio: hipoalergénico y transpirable
La lana de camello no acumula la humedad igual que otros materiales.
Esto evita malos olores, alérgenos y bacterias, manteniendo tu cama más fresca, más seca y más higiénica. Es una opción perfecta para personas con piel sensible o alergias.
Durabilidad que se siente y se nota
No se aplana. No pierde forma. No envejece mal.
Las fibras de camello son naturalmente resistentes y conservan su estructura durante años, incluso con uso diario. Es una inversión a largo plazo en descanso, bienestar y calidad de vida.
Tamaños disponibles
Porque un buen descanso también tiene que quedar perfecto en tu cama.
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Queen: 210 × 220 cm
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King: 240 × 220 cm
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Ultra King: 260 × 240 cm